donde los hilos de confianza eran el lazo más certero.
Pero en el camino, entre los nudos del destino,
se deshilacharon las promesas y surgió el desatino.
En el eco del silencio, se esconden las mentiras,
como sombras danzantes que quieren herirnos.
Nuestro corazón se inunda de dudas y agonía,
mientras buscamos respuestas en cada palabra vacía.
¿Qué pasó con aquellos ojos que brillaban con verdad?
¿Dónde quedaron los gestos que nos llenaban de felicidad?
En el abismo de la incertidumbre nos encontramos naufragando,
aferrándonos a la esperanza, pero con el alma desangrando.
Las excusas se alzan como muros infranqueables,
y en cada encuentro, la distancia es más palpable.
Nos preguntamos una y otra vez qué nos ha llevado aquí,
a este rincón oscuro donde parece que todo se desvanece en gris.
La confianza, ese tesoro tan difícil de construir,
se resquebraja ante cada engaño que intentamos fingir.
Nos duele en lo más profundo sentirnos traicionados,
y nos cuestionamos si alguna vez fuimos amados.
El dolor nos envuelve como un manto frío y opresor,
mientras luchamos por encontrar una salida a este laberinto interior.
Anhelamos que todo sea un malentendido, una ilusión,
pero nuestras sospechas se aferran con fuerza a la razón.
Es hora de enfrentar la verdad, por dolorosa que sea,
de dejar de lado las excusas y las máscaras que nos rodean.
Porque merecemos un amor que sea auténtico y puro,
donde la honestidad y el respeto sean el seguro.
No permitamos que el engaño nos consuma por dentro,
tomemos las riendas de nuestra felicidad y dejemos el tormento.
Si descubrimos que nuestras sospechas son ciertas,
recordemos que merecemos un amor que no nos mienta.
Aprendamos a perdonar, si es posible, pero también a soltar,
porque nadie merece vivir en un constante engañar.
Busquemos la paz en nuestro corazón herido,
y recordemos que merecemos ser amados, sin ser traicionados.
Siempre habrá una salida, aunque parezca oscuro el camino,
y aunque duela, hay que tomar decisiones para encontrar el destino.
Merecemos un amor en el que podamos confiar,
donde la sinceridad sea el faro que nos guíe en la oscuridad.
No te conformes con medias verdades ni con falsas ilusiones,
busca siempre la autenticidad y evita las desilusiones.
Recuerda, querido amigo, que eres valiente y fuerte,
y mereces un amor que sea honesto y verdadero hasta la muerte.
